Como menciona Sartre: “el otro es una mirada de la
cual yo soy objeto”, es decir una manera de reducir todo lo que percibimos
de una persona con solo verla y también de cosificarla y objetivarla. Por su
apariencia podemos saber sus gustos, su procedencia, su profesión e incluso su
personalidad, pero esto no es tan sencillo, la imagen de una persona va tomada
de la mano con su identidad que no es tan fácil de conocer, está oculta y escindida
entre el tejido de su ropa. El tejido, la urdimbre es entonces un código que
habla de nosotros.
Así somos
Cuando escuchamos el dicho “el
hábito no hace al monje” inmediatamente pensamos que las apariencias no son lo
que parece, pero ¿de verdad lo vemos así? Michel Maffesoli piensa todo lo
contrario, él asegura que el modo de vida está reflejado en la indumentaria, esto
lo podemos comprobar cuando vemos a una autoridad y nos acercamos a ella por
ayuda, cuando lo vemos nunca pensamos en la posibilidad de que no lo sea, o en
palabras del mismo Maffesoli: “La vestimenta concuerda con las
costumbres. En este sentido, la forma
integra el cuerpo social” (Arditti 38).
Por este motivo explicaré la identidad del uniforme
en diferentes aspectos como el religioso, militar y cultural que tienen todas
las civilizaciones y que usualmente se llega a confundir con la identidad colectiva,
o bien como lo que conocemos con el nombre de estereotipo.

Debido a esta opción de elección, se crean grupos
que dividen a la sociedad de quienes participan y quienes no participan en este
fenómeno de la moda, como consecuencia se crea la imitación entre un grupo con
el otro ya sea por admiración al otro o por rivalidad para afirmar su
igualación con el otro. Esta última es causa de diferencias entre el rango y la
riqueza, en pocas palabras el objetivo es aparentar el mismo nivel. Y de una u
otra forma ese intento de una periferia por unirse un grupo central resulta
peligroso, pues la frontera peligrosa es la que no se ve. ¿Qué pasaría con la
estructura económica si esa frontera que delimita la moda resultara eliminada?
Según el sociólogo Gil Calvo, la moda rige la
formación y expresión del gusto colectivo de la juventud, principalmente para
adaptarse mejor al entorno cambiante; cada evento en la historia ha marcado a
la población por diferentes formas de pensar, algunas de ellas se reflejan en
el arte, la literatura y en la ropa. Poco a poco hemos visto diferentes maneras
de vestir que en un principio no fueron bien aceptadas, pero a fin de cuentas
se lograron acoplar, pues como bien he dicho son insignias de una nueva masa
social, ya incitando a la revolución, ya para incitar a un estado de
conservación social. Esto de una u otra forma nos permite decir, o incluso
gritar “así somos”.
Tejiendo la identidad.
La moda es un medio de comunicación y el vestido su
lenguaje que además de complementar otros lenguajes como la articulación de sonidos,
señas y gestos, cuenta su propia historia; Umberto Eco menciona que todo objeto
cumple con una función y lleva consigo un mensaje, bien explicaba esto en la
introducción y también en términos de Eco, somos códigos vivientes.
Sin embargo, lo curioso con la moda, y casi con
todos los objetos, es que cuando nosotros damos una opinión acerca de cualquier
objeto, si nos gusta o no, habla más nuestra forma de ser y pensar que las
características del mismo objeto. Es decir, también opinar de la moda y forma
de vestir del “otro”, nos configura a nosotros, nos define como un usuario
determinado de una moda en específico, sino de otros objetos.
Por ejemplo se observa mucho mejor cuando decidimos
que usar, pues no usamos algo simplemente porque sí. En diferentes ocasiones,
buscamos diferentes formas de comunicar un mensaje. Todas las mañanas nos
despertamos y decidimos, aun así nos time cinco minutos, qué nos vamos a poner,
y cómo nos lo pondremos. Pues nos gusta estar constantemente hablando y
narrando, por ejemplo Ronald Barthes piensa que el hombre está condenado al
lenguaje articulado. Y la moda, el elegir una prenda roja o azul de manga
larga, con unos pantalones de corte recto o a la cadera, articula una historia,
una forma de sentir, e incluso de pensar. Quizá no se dé tanto en la forma de
elegir, pero sin duda se da en la forma de diseñar. No en vano cada marca tiene
un sello: Chanel será elegante, simple, Epsilon es conservador, y así sucesivamente.
Por último la función que también tiene esto es la
de identificar a personas de distintos estratos y poderlos unir al propio. Si
una persona comparte la misa historia, articula y codifica el lenguaje de una
forma similar a la propia, será más fácil crear nexos y lazos duraderos.
En consecuencia observamos como la identidad no es
tan fácil de desarrollar respecto a la imagen, sobre todo en un mundo comercial
en que nada es único e inigualable, en donde cada quien reclama su derecho a
ser. La manera en que los diferentes
tipos de la ropa se comunica mediante el cuerpo por su forma, color y textura
es importante pues permite analizar la moda para poder entender desde otro punto
de vista o mirador cómo el ser humano va cambiando su relación con el entorno,
y definitivamente con el otro; también para clasificar quién es el otro.
El lenguaje de la moda crea nuevos pensamientos y
tendencias, o más bien esos nuevos pensamientos y tendencias toman como blasón
la moda, ya el punk, ya lo hippie… Todo esto nos invita a establecer relaciones
de forma inconsciente e indirecta con miles de personas sólo por una prenda o
un estilo. Así mismo la moda es también un fractal, pues son tejidos, realmente
tejidos, que crean un lenguaje, y ese mismo lenguaje reproduce a otro, la moda,
su tejido constantemente esta tejiendo.
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Referencias:
Arditti, Benjamin. Comp. Maffesoli, Michel.(2000). El reverso de la diferencia. “Identidad e identificación en las sociedades
contemporáneas” ,37-45. Caracas: Nueva sociedad, 2000. Impreso.
Martínez
Barreiro Ana. (1998). La moda en las
sociedades modernas. Madrid: Tecnos. Impreso.
Vásquez
Rocca, Adolfo. (2005). “La moda en la postmodernidad. Deconstrucción del
fenómeno fashion”. Nómadas,
enero-junio.
Volonté, P.
(2012). “Social and Cultural Features of Fashion Design in Milan” Fashion
Theory: The Journal Of Dress, Body & Culture, 16(4), 399-432.
Wim Wenders. Notebook on cities and clothes. 20 de diciembre de 1989. Notebook on cities and clothes.
http://www.youtube.com/watch?v=7XLQXefHhiM .
26 de febrero 2013. Web.
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